Por los datos que tengo , Rosa Montero dirigía el suplemento dominical de El País y los curas dejaban de usar sotana.
Este encuentro pudo tener lugar en 1980-81.
España se ponía en movimiento y yo andaba, como siempre, buscándome la vida. Rosa Montero rechazó su publicación alegando que habían entrevistado a otro psiquiatra en fechas recientes.
El escritor José Luís Olaizola se interesó por su lectura diez años después. Había acompañado al médico autor en sus últimos días para recoger juntos la experiencia de su muerte , 1990 , plasmada por entonces en el libro "La puerta de la esperanza", traducido a veinte idiomas.
"En tu entrevista", me dijo, "están todas las esencias del entrevistado".
Es inevitable recordar a Marañón, que se decía 'trapero del tiempo' para explicar cómo le era posible abarcar tan diversas tareas. Juan Antonio Vallejo-Nájera debe valerse del mismo sistema, utilizar los retales de horas, que los demás despreciamos, para escribir, pintar, escuchar música, abastecer sus múltiples curiosidades y diletancias después de haber atendido a sus pacientes; de modo que me apresuro a llegar en el valioso minuto fijado. También era inevitable un cierto resquemor ante el lugar de la cita. Me temía el típico despacho del psiquiatra de éxito y su evidente situación de ventaja; pero me recibe en terreno neutral; un centro parecido a esos ambulatorios cuya inhospitalidad padecemos los españoles. Y ni siquiera me hubiera cobrado la visita.
_Que oscuro está vestido.
_Gris marengo. De cura. Ya que ellos se han quitado la sotana...
_¿Le parece mal?
_Si si. Yo estoy convencido de que ha sido un error; es lo mismo que si un ejército desfilara sin uniforme. Esto no quiere decir que tuvieran que conservar los atuendos medievales. Lo que es necesario es un distintivo externo; que la gente sepa a quien se está dirigiendo. En el caso del médico, por ejemplo, la bata contribuye a darle una imagen neutra ante el paciente. También la llevan los peluqueros.
_Doctor, ¿qué le cuentan los españoles de hoy?
_El colorido general, comparándolo con el de hace diez años, es diferente. Ahora domina la preocupación por el porvenir material; la conservación del trabajo. Por poder comer. Esto no existía hace diez años. La situación actual incide en las personas predispuestas a la depresión. Y los deprimidos lo reflejan como preocupación fundamental. Los problemas colectivos son distintos en épocas de prosperidad o de ruina.
_¿Cómo ve a la mujer española?
_En trasformación. No tiene nada que ver con la de hace veinte años. En una etapa inicial adoptó las exigencias y los derechos de las extranjeras eludiendo sus responsabilidades y sus
funciones; pero esto va pasando y hoy es equiparable a cualquier mujer occidental, debido a la internacionalización de la cultura
_La neurosis del adulto ¿tiene una solución real?
_Depende. Hay neurosis que explotan en la edad adulta. Lo ideal es tratarla cuanto antes. Si una persona de cincuenta años viene arrastrando un problema desde los cinco, no solo tiene peor pronóstico, sino que además ha estado sufriendo toda su vida.
_Las estructuras sociales ¿están al servicio del hombre o en su contra?
_No soy sociólogo. El hombre intenta siempre que las cosas vayan a su favor. Lo que ocurre es que al final deciden los que manejan el cotarro. Últimamente hay una tendencia a culpabilizar a la sociedad, pero no es tan importante como lo hacen ver. Entre los cinco hijos de una familia solamente hay uno que necesita robar por presiones sociales. Los otro cuatro están trabajando.
Vallejo -Nájera estuvo vinculado hace tiempo a la psiquiatría infantil. Entre otras actividades,
dirigió el Instituto de Pedagogía y Formación Infantil. La “sub-especialización” de la psiquiatría le mantiene apartado de este campo. Y en la actualidad no atiende a menores de dieciséis años.
_¿Cual es la edad más vulnerable?
_No hay una mayor frecuencia en relación con la edad ni con el sexo. Hay etapas más difíciles, de crisis biológica, como el climaterio, en las que se produce una combinación de fallos externos con unas cargas internas desmedidas que provocan la enfermedad.
_¿No van más mujeres que hombres al psiquiatra?
_No. Ese es un error muy difundido. El número de camas hospitalarias, tanto en los centros estatales como en los privados, es equivalente. La asistencia a las consultas es equivalente. Lo que ocurre es que hace unos años se tendía a retrasar la hospitalización del hombre porque él era quien ganaba el pan.
_Ahora hay más mujeres alcohólicas. Pero ¿ha aumentado el alcoholismo?
_Globalmente ha aumentado muchísimo.
Vuelvo al tema de las estructuras. Se ha escamoteado con demasiada facilidad; pero él vuelve a esquivarlo.
__No es un tema mío, es un tema de sociología. El hombre es un animal gregario, intenta organizarse; tiene que vivir en sociedad y procura adaptar las cosas a su conveniencia.
_Pero el medio incide en nosotros.
_En todos los terrenos. Si usted nace en un ambiente inculto será analfabeto, y si le inmovilizan al nacer se le atrofiarán los músculos.
Y ya está. Este hombre, que es un caudal de sugerencias y cuya conversación suscita argumentos y referencias hasta lo inagotable, se para donde le interesa. Necesitaría un
interlocutor más avezado y no me deja tomar aliento. Dice escriba, escriba. Consulta su reloj y me crea la sensación competitiva de que cada segundo es precioso, y que, además, voy perdiendo.
_Hacia dónde va el hombre y hacia donde debería ir.
_Son dos preguntas distintas.
_Pues empiece por una.
_ Hay ciclos en la humanidad que producen la sensación de un alocamiento colectivo; de provocar la autodestrucción, como en algunas especies de animales. Este es uno de ellos, si. Se Juega simultáneamente a contrarrestar las tendencias de los líderes con la opinión pública, a entremezclar decisiones peligrosas con otras desesperadas, de remedio.
Naturalmente debiéramos ir “a la armonía”,” a un mayor entendimiento en la convivencia". Y si le pregunto cómo se logra eso me va a decir que con buena voluntad. Más vale que me calle
_Quería preguntarle, pero no me va a servir de nada, como influye la religión en las personas.
_Depende de que religión o de que persona...
_Estamos hablando de España.
_De como se la hayan explicado. El catolicismo y el budismo explicadas por un fanático son destructivas. Cuando en el siglo XI se hace una cruzada de niños, se mueren cuarenta mil antes de iniciarla, claro. Una muerte insensata y absurda por la chifladura de un fanático. Ahora, la religión bien entendida es una fuente de consuelo, hasta el punto de que se ha dicho que si Dios no existiera habría que inventarlo. Unos valoran las enseñanzas religiosas como traumatizantes y destructivas. Y hay quienes están apenados por haber perdido sus creencias. 0tros están satisfechos por haber conservado esta parte importante de su vida que la da sentido, lo consideran un privilegio
_Usted está entre estos
_Eso lo dice usted
_¿Es usted creyente?
_No me gustan demasiado las preguntas personales. Yo soy creyente
_Usted es un hombre que está muy a gusto dentro de su piel.
_Es una afirmación suya. No es una pregunta.
_Pero usted es feliz
_No lo he sido siempre. Soy mucho más feliz de adulto que de joven.
_¿Eso le pasa a mucha gente?
_A bastante
_¿La Juventud está mitificada?
_Hay un cierto mito. La juventud está sobrecargada de obligaciones y responsabilidades. Yo tuve una juventud durísima. Desde que empecé la carrera, desde los dieciséis años hasta casi los cuarenta, mi jornada de trabajo nunca bajó de las doce horas. Y con mucha frecuencia trabajaba catorce y dieciséis horas diarias. Esto para la vida intelectual es desastroso. Yo tuve que hacer cinco oposiciones para poder comer, cinco oposiciones, ya se puede suponer que estaban pagadas miserablemente. Y le aseguro que eso no se lo deseo a nadie. Y no le hablo de los que no las ganaron.
_Usted admiraba mucho a su padre, se identificaba con él…
_Soy totalmente distinto a mi padre, y el complejo de Edipo no es una fantasía total. Mi padre era mucho mejor que yo en algunos aspectos y peor en otros. Más que rebeldía, lo que yo experimentaba era una resistencia a identificarme con el modelo, Él era triste y pesimista, y yo más parecido a mi madre, alegre y optimista, en el sentido de buscar soluciones, no de que se obtengan con facilidad, un optimismo racional.
Cuida su imagen como se ve. No deja posibilidad de que alguien le atribuya un optimismo insensato, ni de que se cuelen en mi memoria o en mis cuartillas expresiones que él no haya utilizado. No se permite trasparentar una duda. Es muy cauteloso en la exposición de sus ideas, un poco avasallante con el interlocutor que apunta otras opciones; pero consigue, forma parte del oficio, que el interlocutor se encuentre cómodo.
-Tuve conflictos muy grandes, como todos los niños y adolescentes, que intenté resolver del mejor modo. Con algunos lo conseguí, con otros fracasé y todavía los llevo a cuestas. Recibí una educación espartana. Y la educación espartana será muy formativa, pero nada cómoda.
Está mirando el reloj. Dice que llevamos hablando una hora y pico y quiere poner un límite como en el póker.
_¿Hay que seguir reproduciendo los modelos del padre y de la madre?
_No hay ni por qué reproducirlo ni por qué desecharlo. Hay que analizar lo que tiene de bueno y perfeccionar los fallos. Un modelo óptimo de hace cincuenta años no lo sería hoy. Yo mismo me comporto con mis hijos de distinto modo que hace unos años, porque han cambiado las costumbres, porque ellos han crecido, porque yo he envejecido; sería una equivocación actuar de la misma manera. Yo tengo una relación satisfactoria con mi familia que es totalmente distinta de la que había en casa de mis padres y que, en su momento, también pudo ser satisfactoria, pero reproducirla sería una calamidad.
_¿La madre es el origen del amor?
_Sí. Por eso la relación con la madre marca de manera definitiva la relación con la pareja; y si es angustiosa, hay celos, eso repercute en el futuro. Todo el juego de la persuasión, el dominio, los pequeños chantajes, están en la relación del niño con la madre.
_Desde el punto de vista biológico, ¿existe eso que se llama fidelidad?
_Parece que se da en algunas especies animales. Los canarios son monógamos. Y ciertas variedades de patos. El hombre y la mujer no parecen estar dentro de estas especies.
_Normalmente ¿la pareja se relaciona por amor o por otras razones?
_Depende. No hay generalizaciones. En una comuna de drogadictos intervienen otros motivos.
_La pareja normal, esa en la que él va a la oficina y ella atiende la casa y a los niños, ¿se relaciona por amor?
_Yo no he dicho que esa sea una pareja normal. Hay que distinguir entre lo normal y lo convencional
_Convencional. El caso es que no contesta.
_Usted me pregunto tópicos. Intento no responderle con otro.
_Vaya, ¿yo le pregunto tópicos?
_Todos nos repetimos. La creatividad es muy difícil. Si usted lee a La Roche Faucauld verá que en siglo XVII ya estaba dicho todo... je je, es un cabrito. Dice que en la edad avanzada se
dan consejos porque no se puede hacer otra cosa. Todo el ingenio, todas las piruetas intelectuales ya están ahí; como en los salones literarios de las preciosas. Yo no me explico como las feministas no han utilizado la figura de la preciosa.
_Bueno, que se ha negado a contestar
_No me negaba. Yo no acepto como ideal la pareja estardar, sino la que hace un destino común y se apoya al máximo, el uno al otro y a su familia.
_¿Cómo van a tener un destino común si son dos personas distintas?
_ Las funciones son diferentes, pero hay una unidad de principios. Lo demás depende del planteamiento que se le quiera dar. Si una mujer se encuentra mejor haciendo el papel de odalisca que haga el papel de odalisca. Un hombre puede preferir quedarse cocinando en casa mientras su mujer hace otras funciones; puede plantearse un reparto de las faenas del hogar. Depende de lo que quiera cada uno.
* No me va a decir que usted colabora en su casa
* No estoy hablando de mí.
* ¿Es frecuente el médico humanista?
* Es una rareza; por eso el exponente máximo sigue siendo Marañon.
Añade que hay una tendencia a imitar lo que se admira y que en los años cincuenta se decía, de los médicos con inquietudes artísticas, que “marañoneaban”. Elogia con calor la figura de Gregorio Marañón “ ejemplar en todo”, su sensibilidad, el cariño que ponía en el trato con los enfermos o con los estudiantes, con cualquiera que se acercara a él.
_¿Cuales han sido sus mayores éxitos?
_Los profesionales. No hay mayor satisfacción que la de un enfermo que no ha encontrado alivio en mucho tiempo y que me viene a contar que está bien, que se ha terminado la tortura. Es una compensación maravillosa. No hay éxito comparable a eso.
_¿En cuanto a los libros?
_El último ha sido el de mayor éxito. En dos meses lleva seis ediciones. Está el número tres en las listas de venta, después del planeta y el subplaneta. Eso es muy notable. 'Locos
egregios' fue el número uno de los libros de no ficción, de pensamiento; pero también le voy a hablar de mis fracasos. Escribí un libro sobre el escritor más importante de nuestra época. Un escritor japonés. Se llamaba “Mishima o el placer de morir“. Cuando le dieron el premio nobel a Yasunari Kawabata se sorprendió mucho de que no se lo hubieran dado a Mishima; dijo que en cuatro siglos no habría otro escritor como él. Yo descubrí que tenía treinta obras traducidas al inglés, algunas de ellas con dieciséis ediciones, y aquí no había nada. Me pasé casi tres años empollando su obra, estudiando la cultura japonesa. Y el libro no se vendió.
No le he preguntado por sus fracasos. Le digo que tiene mucho encanto y me da las gracias.
_Usted ya lo sabe. Y lo maneja con habilidad
_No lo tenía. Lo he ido creando. Mis amistades femeninas de los veinte años dicen que estoy mejor ahora; pero es un atractivo asexuado. Entre mis fans lo mismo hay hombres que mujeres. Cuando he firmado libros en cantidades masivas venían muchos hombres, hombres jóvenes. Yo creo que está vinculado a este modo de ser, a la vitalidad y a la alegría; esto choca mucho cuando tanta gente está amargada; este enfoque de la vida entre bondadoso y optimista.
_Hay quien dice que es una pose.
_Todo lo que hacemos es una pose. Yo me he impuesto mi modo de ser. No era así. Tenía tendencias agresivas y a la amargura, contra las que ha tenido que luchar. Mis compañeros de colegio me recuerdan inaguantable y violento. He decidido ser así.
Como en la vieja fábula Juan Antonio Vallejo Nájera decidió ponerse un día la máscara más bella para que sus rasgos se le quedaran impresos.
No le he preguntado cuando lo decidió; ni por qué.
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